lunes, 27 de julio de 2009

A seis meses de tu partida querida madre

El amor es una fuerza muy grande y poderosa; el amor nos puede llevar a las alturas más insospechadas, dejándonos leves y livianos. El amor verdadero se basa en la comprensión, confianza mutua y respeto. Amar es estar en equilibrio, en armonía con el Self, con Dios y con los otros. El amor nace del alma. Al permitir que el amor fluya a nuestro alrededor y en nuestro entorno, se nos aparecen los tesoros de la vida.

El amor sin duda es la fuerza que impulsó a nuestra madre y abuela a luchar constantemente, para permitir que todos y cada uno de nosotros, sus hijos, cumpliéramos con el mínimo de sinsabores o dificultades, sus metas, sus promesas y sus sueños. Supo entregar sin pedir nada a cambio, toda su energía en lograr que todos pudiésemos terminar estudios superiores; cuidó de sus nietos con amor y entrega cada vez que fue necesario.

Para Germana la expresión del amor se veía reflejada en las reuniones familiares; mientras más grandes éstas, más feliz era.
Muchas veces le pregunté, estos 3 últimos años:

¿Que esperas de la vida?, Contestaba permanentemente, una familia unida.
¿Cuáles son tus mayores logros? Hijos felices, sin enfermedades, sin problemas económicos y reunidos entre sí.

Enfrentar muchas situaciones adversas, tanto económicas como personales, superarlas sin queja alguna, aceptar la soledad, sobreponerse a enfermedades y desilusiones, nos mostraron su entereza, fuerza de voluntad y tesón. Estas cualidades nos han enseñado y quedan como su legado.

En los primeros días de enero, dos días antes de caer al hospital, logró nuevamente su deseo, nos reunimos en casa de una de mis hermanas. Estando en la terraza, ella pidió ver el ocaso, un hermoso y grande sol rojo anaranjado se escondía en el horizonte. No se movió hasta que el ocaso dio paso a las estrellas, luego dijo: viste que hermoso el sol al ponerse.
Sin entender el mensaje, no nos dimos cuenta que era una forma de despedirse, el alma ya sabía de su partida, era un espectáculo a observar con amor.

Si estamos conscientes y aceptamos que todo a nuestro alrededor fluye y cambia constantemente, somos capaces de abrazar el cambio como un amigo cercano. El cambio es como un rio que fluye constantemente moviendo todo a nuestro alrededor. El rio de la vida nos trae ideas, personas y situaciones nuevas. Cada una de ellas es una oportunidad para enriquecernos y aprender.

Cerramos un ciclo en nuestras vidas, nos despedimos con amor, con un sentimiento de plenitud y agradecimiento por los sacrificios y desvelos de nuestra madre. A la vez, aceptamos el fluir del rio de la vida, comprendiendo que el alma de Germana nos ha dejado y está en un mundo mejor. Nos quedamos con su recuerdo y su legado

Adiós madre.