martes, 22 de septiembre de 2009

Reflexiones varias al inicio de la primavera

1. ¿Cuál es el resultado de los diversos estudios encargados por Rectoría?, ¿Cuál ha sido el costo total de todos ellos?, ¿Cuál ha sido su rentabilidad?, ¿Cuántos de ellos han sido llevados adelante?

2. ¿Cuál ha sido la razón de los diversos cambios de personas en cargos administrativos?, ¿Cómo ha cambiado el clima laboral de la administración?, ¿Porqué aparentemente fracasan quienes asumen cargos a nivel de dirección de unidad administrativa?, ¿Se pagan sueldos de mercado?, ¿Los resultados son los esperados?

Los valores institucionales a recuperar, frente a las interrogantes anteriores son:
Respeto por la cultura, la historia institucional, las tradiciones y fundamentalmente las personas. Valorar lo único y especial de cada persona, reconociendo aún la más pequeña contribución. ¿Es posible crear un mundo que esté libre de todo sufrimiento e intranquilidad? Hoy en día, la violencia y la guerra alcanzan cada rincón de este planeta. La violencia a menudo se presenta también en el lugar de trabajo y en el hogar. ¿Es simplemente parte de la naturaleza humana? ¿O es posible una mejor calidad de vida para los habitantes de este planeta? Si queremos conseguir un mundo no-violento, el primer paso es reconocer la diferencia entre la violencia y la no-violencia. Debido a que podemos verificar inmediatamente el sufrimiento que causa, la agresión física es fácilmente reconocible como violencia. Las palabras basadas en la ira o el odio también son violencia. El dolor que causan las palabras puede durar años o toda la vida. Sin embargo, el que es violento hacia los demás, en primera instancia es violento hacia sí mismo. Esta es una forma más sutil y básica de violencia, que necesitamos comprender. El puente entre nuestro estado del ser y el comportamiento violento hacia los demás es la actitud. La violencia hacia los demás proviene de actitudes creadas a través de la violencia hacia uno mismo: Criticismo, Celos, Deseo de demostrar valía, Deseo de reconocimiento y respeto, Necesidad de controlar a los demás, Explotación, Egoísmo, Impaciencia, Deshonestidad.
Responsabilidad. Cuido mucho los resultados, garantizo la colaboración y cooperación, cuidando el propio ser y el medio ambiente. Permanecemos conscientes de que, todo aquello que la vida ha puesto bajo nuestro cuidado, es para que se desarrolle lo mejor que hay en nosotros y en los demás.
Honestidad. Soy verdadero en mis pensamientos, en mi hablar y confiable en mis actos. Cuando nuestro interior y exterior son como la imagen de un espejo; somos verdaderos, nos hacemos dignos de confianza y cercanos a los demás. A veces hacemos demasiado esfuerzo para mejorar; otras veces no hacemos lo suficiente. Debemos hacer esfuerzos. Si queremos mejorar hay que intentarlo. Nuestras circunstancias, nuestras relaciones y nuestro destino son sólo el eco de nuestro propio carácter, de manera que somos sus últimos responsables. El único cambio indispensable que podemos hacer es en nuestro propio interior. Es necesario comprometerse para mejorar. El poder del compromiso radica en que canaliza la energía de que disponemos a fin de obtener nuestras metas. Si somos sinceros con nosotros mismos, estamos comprometidos con nuestro crecimiento. No necesitamos ser perfectos, pero sí honestos. La honestidad nos permite ser realistas acerca de lo que podemos o no podemos hacer. Sólo tenemos que hacer todo lo posible de acuerdo con nuestro entendimiento y capacidad. Aun así, debemos estar atentos antes de dar el siguiente paso hacia arriba, sin apresurarnos a darlo si aún no estamos preparados, pero sin perder nunca de vista ese siguiente peldaño. Estar listo cuando es el momento de subir: eso es la sinceridad.
Armonía. Nuestras ideas, sentimientos y actitudes componen una melodía amistosa que colorea todo con sus vibraciones. En mayor o menor grado, todos hemos tenido la experiencia de dar un mensaje en el que no creíamos verdaderamente. O, en contra de nuestra voluntad, tomar parte en una conversación sobre chismes. O decir o hacer algo que no coincidía con nuestros valores. Y aunque la causa fuera política, social o culturalmente correcta, como evitar herirnos o herir a otro, satisfacer las expectativas de los demás hacia nosotros, o decirlo o hacerlo porque “lo sentimos así”, esos pensamientos, palabras o acciones falsas tienen un efecto. Experimentaremos las consecuencias no sólo como una falta de armonía y conflictos internos, sino también en las relaciones con los demás. El estrés aumenta, la paz disminuye y el mundo se deteriora un poco más.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Un sábado a fines de invierno

Desde la tarde sabatina, quieta, tibia, lenta, con un mar que mece las nubes en su seno gris y anaranjado, observo pasar las hojas que el viento ha dejado caer. La música de Loreena McKennitt, algo triste, nostálgica me llena el alma de añoranza.
Es grata la sensación de existir en un nido de calor y amistad, amor y alegría, de paz y ternura, cuando se escucha el lamento constante de las relaciones rotas, sufrientes y dolorosas de quienes me rodean.
El sabor perfumado de esta sensación, alegra mi corazón, las flores del jardín y las que se encuentran en cada rincón de mi hogar, me observan con su suave perfume, me llenan con sus colores dorados y amarillos.
Las tranquilas reflexiones que pasan por mi mente se refieren a la distancia, a la capacidad de observar y entregar paz, de caminar por el mundo, sin estar en él. Las largas noches de invierno solo fueron pequeñas distracciones en un camino hacia la meta que ya es visible en el horizonte, una preparación para la soledad del camino futuro a seguir.

lunes, 27 de julio de 2009

A seis meses de tu partida querida madre

El amor es una fuerza muy grande y poderosa; el amor nos puede llevar a las alturas más insospechadas, dejándonos leves y livianos. El amor verdadero se basa en la comprensión, confianza mutua y respeto. Amar es estar en equilibrio, en armonía con el Self, con Dios y con los otros. El amor nace del alma. Al permitir que el amor fluya a nuestro alrededor y en nuestro entorno, se nos aparecen los tesoros de la vida.

El amor sin duda es la fuerza que impulsó a nuestra madre y abuela a luchar constantemente, para permitir que todos y cada uno de nosotros, sus hijos, cumpliéramos con el mínimo de sinsabores o dificultades, sus metas, sus promesas y sus sueños. Supo entregar sin pedir nada a cambio, toda su energía en lograr que todos pudiésemos terminar estudios superiores; cuidó de sus nietos con amor y entrega cada vez que fue necesario.

Para Germana la expresión del amor se veía reflejada en las reuniones familiares; mientras más grandes éstas, más feliz era.
Muchas veces le pregunté, estos 3 últimos años:

¿Que esperas de la vida?, Contestaba permanentemente, una familia unida.
¿Cuáles son tus mayores logros? Hijos felices, sin enfermedades, sin problemas económicos y reunidos entre sí.

Enfrentar muchas situaciones adversas, tanto económicas como personales, superarlas sin queja alguna, aceptar la soledad, sobreponerse a enfermedades y desilusiones, nos mostraron su entereza, fuerza de voluntad y tesón. Estas cualidades nos han enseñado y quedan como su legado.

En los primeros días de enero, dos días antes de caer al hospital, logró nuevamente su deseo, nos reunimos en casa de una de mis hermanas. Estando en la terraza, ella pidió ver el ocaso, un hermoso y grande sol rojo anaranjado se escondía en el horizonte. No se movió hasta que el ocaso dio paso a las estrellas, luego dijo: viste que hermoso el sol al ponerse.
Sin entender el mensaje, no nos dimos cuenta que era una forma de despedirse, el alma ya sabía de su partida, era un espectáculo a observar con amor.

Si estamos conscientes y aceptamos que todo a nuestro alrededor fluye y cambia constantemente, somos capaces de abrazar el cambio como un amigo cercano. El cambio es como un rio que fluye constantemente moviendo todo a nuestro alrededor. El rio de la vida nos trae ideas, personas y situaciones nuevas. Cada una de ellas es una oportunidad para enriquecernos y aprender.

Cerramos un ciclo en nuestras vidas, nos despedimos con amor, con un sentimiento de plenitud y agradecimiento por los sacrificios y desvelos de nuestra madre. A la vez, aceptamos el fluir del rio de la vida, comprendiendo que el alma de Germana nos ha dejado y está en un mundo mejor. Nos quedamos con su recuerdo y su legado

Adiós madre.

lunes, 1 de junio de 2009

Bandera a media asta en la Universidad

Hace un par de días atrás, llegaba a la Universidad y al cruzar por el frontis, en una mañana despejada y fría, luminosa por un sol otoñal, diviso en el asta principal, la bandera institucional a media asta.

¿Quién se fue?, la pregunta flotó por un instante para luego dejarse ir, sin respuesta

Ayer me encuentro con un compañero quien me detalla la situación. Uno de nuestros estudiantes se ha suicidado, de una forma muy dura, casi inexplicable. Nuevamente pasamos por el dolor de una pérdida, injustificable, intolerable.

¡Qué soledad más grande la vivida por este joven en esa pensión del cerro Placeres, lejos de sus padres, lejos de sus compañeros, lejos de su realidad!, ¡cuán grande el sufrimiento y no ser capaz de ser escuchado!, ¡que terrible dolor el que impulsa a un joven a perder toda esperanza, toda fuente de alegría, toda fe en los demás para llevarlo a tan trágica decisión!, ¡cuántas señales anteriores no fueron escuchadas o vistas!

Hoy al comentarlo con mis alumnos, me responden que ellos se sienten culpables por no darse cuenta de una situación como aquella; mi respuesta es, que en estos casos, es difícil reaccionar, en su concentración por cumplir con sus compromisos académicos, no tienen tiempo para ver quien está a su lado y cuáles son sus sentires. La responsabilidad, es de todos nosotros, al no mirar con mayor atención y percibir aquellas señales, a veces perceptibles de quienes sufren, de quienes están colapsados emocionalmente, de quienes luchan por sobrevivir en un ambiente competitivo y poco solidario.

En otros países, las universidades tienen canales abiertos para escuchar y apoyar permanentemente a quienes necesitan de soporte emocional, teléfonos a los cuales siempre se puede llamar y alguien entrenado, será capaz de apoyar, guiar y orientar a los que sufren. No sería muy complejo u oneroso establecer el teléfono “la U. te escucha”, para que una situación como la anterior no se repita.

martes, 5 de mayo de 2009

Reflexiones en torno a la próxima elección de Rector

La fecha para presentar candidatos para la próxima elección de Rector en nuestra institución, es el mes de julio de 2010, esto es, nos queda solo un año para ello. Tiempo escaso, pero suficiente para generar una nueva opción. Estamos en una época compleja, de situaciones confusas e impredecibles, de giros inesperados para las proyecciones futuras, de elecciones presidenciales, de cambios estratégicos nacionales y mundiales.

Nuevas miradas son necesarias, nuevas y más flexibles estructuras parecen ser una solución.

Para alcanzar una mejor y más fuerte posición en el entorno nacional y Latino Americano, nuestra Universidad requiere de todos y cada uno de los profesores, estudiantes y trabajadores en general de la Institución. Las expresiones relativas al respeto, la no discriminación, el trabajo en equipo, la solidaridad, la comunicación completa y oportuna, entre otras, deben ser una realidad cotidiana, vivida en todos los espacios de la Universidad.

La invitación que realizo, es a todos y cada uno de los miembros de la Universidad a colaborar con sinceridad, sin egoísmo y generosidad, desde sus distintos roles y experiencias, a establecer una plataforma de principios y valores, de objetivos a corto y mediano plazo, para que el esfuerzo conjunto de todas las voluntades, defina, en primer lugar, este sustrato ideológico y luego, escoger un equipo multidisciplinario, multicolor, multi espacial que lo llevará a su cumplimiento y; llegado su momento, definir quién lo encabezará.

Para transformar esta idea en realidad, después de intercambiar pensamientos con muchos de ustedes, nos reuniremos con la intención de suscribir un acuerdo de trabajo colectivo, el que permanecerá abierto a todos los miembros de la Institución.